La música me estaba hablando. Me decía que baile.
Que peinara al aire, que me conduciera a reescribirme en el viento,
decir lo que soy y lo que siento, flotar, como si siempre hubiera flotado.
Antes me paré y miré al agua. (Transmite textos mientras uno la traga),
la dejé reposar y por la botella me dijo "poemas" en entrecruzamientos
de las gotas de vapor que caían y los rastros que deslizaban.
Por alguna razón yo sabía que iba a venir aquí, al papel,
pero no me erguía como para salir.
(Padre, hoy me has inspirado
tu fuerza me sigue yllegando
(jeje casi me matás)
y yo sigo esperando
el día en que nos encontramos)
Voy a
...
Seguiré pensando
en cómo iré remontando
mi vida que sigue pasando... mi morte*
que sigue apuntando.
*norte.
fallido semiótico.