no soy muy
memoriosa, guardo del pasado muy poco
trato que no sea
nunca más importante que el futuro, o mismo el presente.
Pero me gusta
recordar algunas cosas
me gusta pasar por
algunos lugares y pensar en esa vez que…
Contarle a la
persona que tenga al lado que ahí hace no sé cuánto tiempo pasaba tal cosa
quizás un beso,
quizás una risa, unas lágrimas o un silencio.
Quizás la primera
vez de algo, o la última.
Y sentirme una vieja
contando eso mientras no dejo de mirar ese punto,
dejando que me
penetre la nostalgia
y por un momento
volver a vivir ese pasado en el cuerpo
y gozarlo, o
llorarlo, da igual,
a veces me parecen
lo mismo.
Hoy voy a recordar algo que pasó hace cuatro años
con una persona que
hoy en día considero esencial en mi vida, lo cual es muy loco.
Hace cuatro años nos
comprometimos a darnos amor y compañía
cuando me lo propuso
lo primero que pensé fue no, pero enseguida me dije "por qué no?"
dos veces me habían
propuesto lo mismo, y yo una vez lo viví bien pero muy en juego,
y la otra fue
enseguida una dolorosa desilusión
no tenía parámetros
para comparar esta vez, y tenía mucho miedo.
A la semana le dije
de alivianar ese pacto, que yo no sabía cuán bien iba a poder cumplirlo
estaba muerta de
miedo
pero esta persona
quería que confíe, y la verdad se sentía tan bien confiar en él, con él
se sigue sintiendo
muy bien.
Muchísimas recaídas
tuvo la relación, la mayoría generadas por mi desequilibrio
emocional, mental,
espiritual
y gracias a su
paciencia y fuerza, generé la mía propia
crecí
exponencialmente y
si bien sigo
tropezando con el mismo menhir que se me interpone entre nosotres y todos mis
amores
ya no es tan oscuro
ese momento
en mi corazón
suavemente está amaneciendo
y la luz lila se
devora al negro sin estrellas que solía ahogarme
me siento sanando
desde mi interior
más profundo
que él mejor que
nadie conoce.
Recordar esto es muy
cursi
y eso me da un poco
de vergüenza
pero no quiero negar
que es de los recuerdos más hermosos que tengo
y que, como un mito,
se recicla cada vez que llego a esta fecha
qué puedo decir… me
encanta revivir este recuerdo
me hace llorar de
agradecimiento
y me propulsa
íntimamente a mantenerlo
como una llama
adentro mío
me enseña a
contemplarla, disfrutar su calor, entender cuando necesita algo
me enseña a esperar,
a respetar, a dar y a resistir
estoy aprendiendo a
amar
me siento aún súper
chiquita
pero estoy
aprendiendo a amar.