La cabeza pesada
el clima durísimo
tu mirada lejana
la oscura noche cercana
¿dónde estás, viejito?
Me estás hablando
acaso
a través de este granizo?
Suenan las hojas al viento y quizás
tus respiraciones
suspiros grisáceos, entre sollozos y silencios
suaves mimos ásperos
curtidos del sol y la nieve
hechos sólo para ser ocultos
resguardados
en un centro acorazado y descorazonado
violentas guerras sufrieron
ahora han abandonado el barco
basta de tanto mareo...
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