Infórmese acerca de su cápsula
y tírese a la gelatina
tírese de su propio cartílago
y tráguese todas sus esferas
píldoras que lo mantienen con vida
aléjese de las buenas endorfinas y captúrese
inmóvil, en su vaina de veneno
en su ansia de víbora.
Si no quiere de mentiras
dar lástima a su familia, pues úntese
con aceite los ojos hasta ponerlos llorosos
camínese unas diez cuadras y por otras diez arrodíllese,
no vaya a mendigar sin haberse desvestido la mitad
del cuerpo, tiene que demostrar que es corto su cerebro.
Si lo que quiere es hundirse en la proximida de su anhelo
quizás mi consejo le sirva y le de algún consuelo
para dejar de extrañar y convertirse en un ser libre,
vamos, no se ortive, usted sabe que así es como se vive.
Por eso le digo, que se marche y se lleve los cuchillos
obviamente a defenderse sale uno,
ante cualquier mal de bolsillo
obviamente, uno debe encontrarse con su propio enemigo
(tengo suerte de siempre tenerlo al lado mío)
Disuélvase, en mil campos de color
búsquese en las flores
cante a sus amores
como los retoños que cambian de estación
usted cambia de nube, como cielo en a su vapor
