miércoles, 4 de julio de 2018

Camello que llora

Las cuerdas desafinadas
que me hicieron llorar al compás del agua
por dentro, mientras reía
por fuera, mientras sonreía
para todos y todo
me sonreía.

Me encantan sus clases
poéticas, llenas de 
emoción y ternura
su voz solemne de señor que
vivió mucho y ama
compartir con nosotros
es tu gracia
compartir conmigo
te agradezco.

Me encantan sus clases
que nos llovés palabras
llenas de sentido en 
una sola oración, en un breve instante
decís y resumís la vida y el arte
como en una gota de agua,
un suspiro, un pestañeo.
 Su mirada fulminante
nos llena de gusto
cuando al mismo tiempo nos hablás
de lo que admirás.

Me encantan sus clases, profe,
me recuerda a mi viejo cuando
se ponía sensible y hablaba del amor
cuando se estremecía apreciando arte
cuando escuchaba música y de gozo desvanecíase,
me recuerda a mi padre usted y eso
eso me puede en el alma.
Por eso cada vez que me hable
así, como usted lo hace,
sepa que me encantaría ser su hija, o nieta
para siempre abrazarle
para que usted mismo me abrace
y me diga dulzuras, de esas que seguro salen
de su honesta boca, de su voz tan suave.