jueves, 21 de septiembre de 2017

Nóicneta

Te quiero contar cosas
cosas, muchas cosas
sobre mí,
sobre mis emociones,
te quiero describir la manera en la que me río por algo
por qué ese sonido, por qué esa curva,
te quiero describir la manera en la que lloro,
por qué ese sonido, por qué en sí mismo
Te quiero conectar con lo más profundo de mí
y sé que te pido tiempo para eso,
tiempo tranquilos,
tiempo acostados juntos, compartido
No sé por qué te lo quiero contar
Pero creo que me encantaría que vos me lo cuentes también
y que me escuches a mí
Pero hay poco tiempo.




Hay poco tiempo
y eso cada vez me destruye más,
me impulsa también, pero 
pero me obliga a resignarme.
Me dice "ey... no vas a poder contarle
lo que tanto anhelás,
lo que en verdad no importa,
lo que no le aporta, lo que
con suerte lo entretiene"
No vas a poder
"






Es que no hay tiempo, y más tarde será más tarde
será por el recuerdo de que quería ser espontánea y contarte algo,
te lo contaré gracias a la alarma que me mantuvo todo este tiempo sonando 
haciéndome no olvidar que quería contarte algo espontáneamente, naturalmente
Será degradado y degradante. Será la pregunta
¿y por qué le quiero contar esto?
Pues la verdad, 
no lo sé.
No lo sé y me da culpa no saberlo.
No darte intenciones claras.
Pedirte simplemente que me escuches, ¿no es raro?
¿No suena a un "hola necesito atención"?...


Lamento desde lo más intenso de mí
que hola, necesito tu atención
necesito que me ames por las boludeces que te cuento sin que me preguntes ni que se te ocurriera la puta pregunta
Necesito hacerlo, no sé por qué
Perdón.


miércoles, 13 de septiembre de 2017

NocteVittoria

Cuando la luna se opaca
como un queso rancio flotante
brotan del suelo de mis tierras 
humeantes seres de polvo
que me vigilan día y noche entera
más yo no me entero ni un poco.

Cuando la noche se encapucha
se fuma un porro y me invita,
agradezco y me relajo mas
es vida para mis ellos salir a degustar
seres brillantes de rodocrosita,
seres en quienes se espolvorear.

Cuando el fúlmine lazo
de las sensitivas digitaciones desparramadas
cobra su tinte de oro y refulge como llama del sol,
es cuando mi cielo mental se nubla
y sobre mí se pasean mis ellos,
como andando en skate.

Corren torcidos hacia lo divino del placer,
se entierran en mis ansias y no me dejan ser,
no puedo ni hablar, no queda nada por hacer,
hasta que pase la noche y vuelva a amanecer.

Soy como un licántropo que no se transforma en lobo
si no en incertidumbre.
como un ave fénix que muere y renace de sus cenizas
sin dejar de ser cenizas.
Una sirena que canta desafinadamente y 
no enamora, aleja.
Invierto mi naturaleza por la de una desconexión atemporal,
como si mis palabras fueran vanas porque algo adentro está mal.
Tengo unos recuerdos que no me funcionan para la verdad,
por eso me transformo, entre el amor y la oscuridad.