Despiertas al borde,
la orilla negra del Río Negro
caes en la cuenta de la oscuridad
pero asciendes la vista y está amaneciendo.
Un lodo te recubre la piel, no es poroso pero igual respiras.
El miedo te cubre también. Pero es transparente
y puedes ver detrás las estrellas.
El caminante rojo se acerca, lleno de fuego
en el interior, su piel carbonizada no tiene límites en ese horizonte parco,
pero la luz se irradia leve.
Sigue de largo. No le interesas.
Tus ojos de plata brillan con la luna,
que no debería estar allí. ¿Que no era
redonda y blanca?
Está celeste y rosada.
¿Y el sol creciente?
Este mundo,
no lo reconozco.
Cae una gota y otra, y otra
sobre tu cabeza ya humedecida
labios violetas del frío, apenas los sientes
como la neblina a tu alrededor.
La tormenta no es tan tormentosa.
Relámpagos apenas, luces claras
pues sigue amaneciendo luz.
Una sutil
ráfaga de brisa suave
te acaricia lo más interno de tu ser.
Tu sed
enorme como el río que tienes en frente
no te deja avanzar
puesto que tienes las piernas
trabadas del temor.
El pavor
que te retumba el pecho
no te presta movimiento
firme para hacer,
recurres al suplicio,
a las lágrimas, y el piso
barroso está tibio
mas te está absorbiendo.
Cada vez más fuerte el viento.
Despiertas y el día
ya había pasado
(parecía verdad
que en ese lugar habías estado)
y vas a al computadora,
la música te llega
como si te tocara el centro y te preguntara
"¿cómo estás?"
alguien, pero como eso no pasa
simplemente te afirma
"estás mal".
Qué ganas
de suspirar
hasta vaciarte del aire que te rellena
y recargarte con nuevo,
qué ganas
de correr a oxigenar
cada fibra de cada músculo
y volver colorado
y sentir la pasión.
Qué ganas
de encontrar la persona
que te pone roja y te causa temblor,
qué ganas
de perderte un poco de tu mundo y
entrar al de otro
aunque eso está mal, muñeca..
Estarías escapando.
(Te estás asustando).
(Pero es normal
la vida pasa así, querida,
a veces tranqui y a veces movida
te aseguro que prefieres esto a la no-vida
te aseguro que sonreirás y será tu sonrisa
la propia linterna de tu futuro)
El tiempo
es tuyo
(y cada pisada sirve).
