domingo, 23 de febrero de 2020

Quiero hablar con vos

Quiero hablar con mi papá.

Quiero encontrarlo en algún bar de viejos
leyendo un libro nuevo, tomando café en jarrito
quiero verlo escribir con su letra ilegible
quiero llegar al bar y me sonría
cierre el libro, llame al mozo y me haga pedir lo que quiera
quiero que me mire con sus ojos enamorados otra vez
me diga "miamorcito" con la suavidad de un mero nombre
que me pregunte cómo estoy y en qué ando
que escuche mis problemas y me proponga soluciones simples
quiero que después de eso me diga "mirá, te tengo un regalito"
porque nunca podía dejar de regalarme cosas
porque su generosidad conmigo era inagotable
libros, cuadernos, lápices, pinturitas,
ropa, aritos, música, una piedrita, 
una hojita de árbol
un pedacito de papel
una pelusita...
según él, yo me aparecía en su camino
como un espíritu que emanaban ciertas cosas
sentía mi presencia en diversos objetos, en diversos fenómenos
y eso le daba inmensa felicidad
¿cómo hago para que me pase eso?
¿por qué sí siento esta ausencia
tan cruda y funesta como lo es?

¿dónde tengo que mirar para sentirte?

Quiero rodearlo en mis brazos
y sentirlo gigante como lo sentía
decirle que se cuide y que lo amo
darle amor en todo recoveco que note vacío en su vida
llenarlo de besos, ¿cómo se sentía tu piel?
odio haberme olvidado
odio que tu voz sea apenas un eco en mi mente
lamento mucho no poder abrazarte
lamento mucho no poder abrazarte
lamento mucho no poder abrazarte
ni decirte nada.

Dónde mierda estás, me pregunto
qué estarás haciendo
¿estarás viéndome? ¿qué pensás de lo que hago?
¿te gusto? ¿me bancás?
tantas cosas podríamos charlar
nuestras conversaciones eran tan fluidas como si habláramos con otro yo
me hiciste brillante con vos, y ahora quedé sola
soy la única testigo de ese centelleo y resplandor
algo tan inefable, que ni puedo explicarlo en este poema.


Queda aprender a mantener ese brillo aunque no estés
dedicarte todo lo que hago y lo que soy como esperando el día en que te vuelva a ver
para contarte y mostrarte y llenarte de regalos
abrazarte un buen rato y que ronroneemos
como los gatos que éramos juntos
queda esperar ese día
que supongo que será cuando me muera
y cierre los ojos y te vea en un espacio blanco
pueda escuchar tu voz de nuevo al fin
me des la mano y yo te siga
y todo se desvanezca en un último suspiro
de alegría inconmesurable.
Ansío ese día en que pueda decirte
"Gracias papá
no sabés cuánto te amo
y cuánto te extrañé".

Pero creo que sobretodo
queda dejar de buscarte
y solamente dejar que aparezcas.

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