Wow
de verdad que fui muy estúpida,
fui ingenua y sumisa,
fui infértil, ciega, pútrida
fui tanta mierda de color morado
que hasta la remolacha se indignó.
Fui terrible
terriblemente extraña
hoy me veo y tiemblo
el pasado un poco me
aterra.
Y hoy también te veo y descreo
no sé, apenas puedo aceptar
mi presente "firme"
estable, el crimen
de estar seguro de algo.
Espíritu extrañado
fractal, cristalizado,
eterno, fluible
melifluo pero
quizás blando. Quizás amargo
demasiado para un humano
en letargo. Demasiado para
un ángel caído, endemoniado
para un ave volando. Quizás
la lógica ha satanizado
mi mente y me ha hecho creer
cosas raras.
Quizás estoy loquísima y
no merezco la conciencia
el resplandor del ser que bebe
de la laguna pura y límpida
de la buena agua. Quizás estoy
en un camino pinchoso pero
acogible. Quizás carezco
de lo que me hace tangible
quizás mi historia
no hace más que demorar la
memoria de una experiencia
positiva? Negativa?
neutral?
Qué estoy diciendo, como si fuera un
átomo
bueno, sí
soy un átomo,
pequeñísimo
particular.
Microscopía que aturde mis
entendimientos
sapiens sapiens que piensa piensa
hace? apenas
o bastante, no sé, depende
de dónde se ve.
El placer que me provocó la acuífera
zona de tu mente, sí, vos
que me retumbaste en mil ecos
dentro de mis miles de espejos
internos, llegaste hasta lo más
lejos de mi centro, lo más puntual
de lo eterno.
En invierno
solía extrañar la compañía, y llegaste
tan a tiempo que pareció magia
o un inconsciente impulso
necesitado.
Masturbado el pensamiento
me ensañé con tu idea, la idea de vos
y quizás te enaltecí, te degradé, te usé, te
manipulé? Quizás te conquisté y te
hice vertir tu sangre en el vaso
del que bebí, te
mentí quizás, quién sabe qué hice
soy cada gota de suciedad que pasó por mí,
soy también el brillo que me han otorgado
que me han asignado
y si te hice mal, juro que
no lo estaba notando. O pensando.
Blanco
claro como el destello
un cielo estrellado a la mañana
cuando el arrebol aún no es cálido
pero se siente. Cuando el alba ya llegó pero aún
estremece. Cuando el viento sopla suave
ulula, melifluo, al oído. Cohibido.
Libido que me encarna
en esta tarde amarga
en cada día que tarda
en acabar sin vos. Sin tos
estoy enferma pero de resfrío
hay fríos cálidos, yo sé
que el tuyo va bien conmigo.
A veces caigo y me hundo en tu
cueva oscura, llena de piedras preciosas
que resplandecen la luz que se refleja en mis ojos
viendo la salida de tu caverna, tierna y algo tersa
con alguna que otra estalactita
estalacmitas
me rasguñan un poco y eso
excita.
La lamparita
que rotula en el fondo
ilumina ardiente un fuego tan húmedo
que la propia paradoja se vuelve sublime
a mi piel, sublime que
no puedo no ver. No puedo esquivar
ni esquilar las nubes de espuma flashera
que se flashea en mi mente, conscientemente
me quedaría en tu ser
tanto tiempo, tan siempre
que me espanta un poco.
El amor espanta.
Dije amor.
Dije que espanta.
Que sensación rara, ¿no?
Nada a esto le falta.
Ni azúcar ni sal, ni orégano ni
miel
hoy necesito tu piel
hoy conquistame la sien hoy
demostrame la hiel
que podrías clavarme y hacerme sentir
tan bien.
Crudeza brutal que me conquista
me deja en el medio de la vista
un halo confuso de misterio
y claridad, por favor,
mátame
o me ahogaré sola.
(No te asustes, belleza
es sólo una expresión)
Como ya he dicho, quizás estoy loca
pero me late fuerte el corazón.
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