lunes, 25 de abril de 2016

Salgo

Lo vio reír
se rió
se aguantó
Lo vio caer
cayó
se tiró
Lo vio seguir
se paró
lo besó
Se le derramó
una lágrima
desde el lagrimal
a la pera
recorrió
una eternidad
de piel porosa
fría o
congelada
Llegó hielo
la lagrimita
y se quedó tiesa
adosada al cuerpo
al rostro
a la pera
y ni el sudor
del temor
la derritió
a la derramada.

Hubo un disparo
en el cielo
al vacío
Resfrío al tiempo
el estornudo
fue magno
Y se murieron ángeles
que aplastaron
cierta gente
que se levantó erguida
poseída
de una voluntad
impetuosa
majestuosa
rebelde
y sin control.
No hubo paz esa noche
pues el ardor
era inmenso
y en el caos
sucumbió
el fuego
y el amor.


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