domingo, 1 de mayo de 2016

Imbécil

Tu talento innato
de ser hiriente como 
el gato que araña con filo y
engaña hasta la más pobre gallina
que corre apenas y se resfría.

Tu desprecio innato
hacia cualquier malnacido pescado
muerto de dolor o de ignorancia
no te importa, sos arrogancia.

Me acuerdo cuando me dijiste
hace como mil años
que te gustaban mis labios
y nunca más los quisiste.
Me acuerdo cuando
antenoche me repetiste
que estabas conmigo desilusionado
y que lo nuestro es triste.

Qué es lo querés de mí
si no son mis cosas, mi sentir?
Qué es lo que por mí sentís
si te digo que sufro y te reís?

No entiendo nuestro concepto
el aire me es inepto
y respirarlo es absurdo
empezamos con el pie zurdo
y nunca cambiamos.
Quiero creer que sí pero
sería mentirme, vamos.


Amo tanto las parejas
que quiero ser ellas
estar ahí en el medio de su
abrazo cósmico y
que me apachurren sus brazos y pechos
sentir sus latidos
amándose mutuamente
y sentirme parte de eso
por un momento, un instante
poder creer que eso también
existe para mí
pero cuando se van
y vuelve el frío del aire
yo simplemente
me abrigo, un poquito
para no olvidarme de ese frío
y sigo caminando
corro para sentir calorcito
y me desabrigo para tomar algo calentito
me río con algún amigo
para sentir el bien, sonrío
con los labios congelados
tiesos y violetas
no importan, sigo en chancleta
feliz y felicitando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario