Cuando un latido latiga tu ánimo
y un zumbido fatiga a tu pánico
es cuando entras en el condensador de los llantos
(no te mientas con esa tu voz del espanto).
Hay un flujo corriente de sol
te juro, es caliente y hoy
se frena la polución, revolución
de quien busca la solución.
Así que, bajé
y te vi en la luna
amaneció y te vi en el Sol
y cuando te fuiste, te desplegaste
en los destellos
en los destellos
de las estrellas
te levantaste
con los cometas
y me miraste, planeta,
gigante, superdenso,
abundante e intenso
me llené de tu mar y de tu arena
la piel se me puso sal, y tierra
y recaí, suavemente
por la lente de mis ojos vitrados
y en líneas me fulminé
al brillo estelar que te reflejé
que me reflejaste
transparente, acristalado.
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