jueves, 22 de diciembre de 2016

Griste

Como si fueras agujero negro 
absorbés todo lo que tu calibre abarque.
Y yo me siento barco
en tus espirales eternos, dinámicos
me siento algo largo que no se consigue
ahorcar. 
Como un trago sostenido en el tiempo
pasa el licor de tus labios y adentro van ardiendo
me van mordiendo
el esófago, las costillas, estómago
y me siento madera roída
antes firme y ahora desquebrajada.
Me siento hacha desarmada
que sólo es bloque metálico y cilindro leñoso,
hilos sueltos de un pulóver de otoño,
pelos sueltos que te arranqué en el sueño.
Y si supuro pus es porque no vomité mis angustias
porque me dijeron que no sea bulímica
y engordé de mis propios químicos. De mis propios aceites
que se filtraron frustrados queríendose ir
sin poder salir ni sentirse deleite
se quedaron estancados como todas las emociones que siento
tragados, pero no como al todo que vos creás
sino tragados, como a la napa turbia que es pútreo mar.
¿De qué se trata la positividad?
Creí que era sólo para protones,
creí que no para corazones,
creí y descreí en constantes desilusiones
fenecí y me derrumbé como a grandes mansiones.
Siempre esas fueron mis misiones:
incesante demolición a la construcción que formaba
incesante, fatalidad que nunca se acaba,
ya no sé qué pensar sobre la inauguración de mis yoes
si todos van muriendo, para qué seguir siendo?
Mejor es correr y quedarse quieto con un último suspiro
agónico quizás, como todo lo que respiro,
y como todo lo que expiro.
Ayer me quedé dormida mientras acuarelaba un papel,
¿dónde quedó la niña que no dormía por quedarse pincel?
Por quedarse lápiz y poderse leer,
por estarse arte, por nunca dejarse de sorprender
y siempre dejándose sorprender. Más y más
por más alegrías y sonrisas, aunque no le gustaba la galletita,
siempre torcida su boca pero para arriba,
siempre pajarito siendo melodía, siempre arcoiris, colorida.
¿Dónde quedó, que ahora estoy triste y oscurecida?
Que ahora estoy gris y rendida
(ni siquiera puedo ser blanca bandera 
porque blanco es ser nuevo y yo soy huevo de nunca romper)
Soy como árbol de fuego, que crece y no crece, no se para de comer
y también como alma sin miedo, siente y no siente, no quiere creer.
¿Qué estoy haciendo de mí que sufro tanto mi existencia?
Qué estoy haciendo tipeando estas teclas,
escribiendo poemas, puliendo estas gemas,
¿qué estoy haciendo si no es conocer cada día un poco más de mí y mi vida?
¿Si tanta muerte me aniquila
por qué siento que no vuelvo a estar viva?
(Cómo podía la mujer que moría
percibirse invisible, insensible, y extinguida,
si en realidad no murió y estaba dolida
si en realidad siguió en pie y aún con lágrimas sonreía?)


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