martes, 1 de noviembre de 2016

Uno

Y por más que me voy caminando a casa solo
nado en birra hacia vos, mariposa entre nubes de tu boca
metamorfosis, dolor, y nada más, nadar nomás
Acantilados de largo pelo y caer
largos pasos de pradera de agua
no sabemos si va el pez o sólo la cascada
pero aparenta perecer la roca, golpeada y solitaria
se huye en gránulos, arena que será orilla
y de vuelta pisada.
No sabemos si roca muere o sigue viva y pasmada,
sabemos que nadar no nada y así termina
a corriente y abandonada
Si cupieron los cielos a tal eternidad
¿por qué no dejarse volar como la mota de polvo
por qué no, si somos polvo también?
Quién quién quién
nos ha mandado socorrer pesadez nula
si la liviandad animosa refluye cual estrella 
destilada por los aires. Nacarada.


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