jueves, 4 de octubre de 2018

arta de h

Estoy un poco harta
de mi apetito por 
los hombres.

Estoy un poco harta
de sólo charlar
con hombres.
Estoy
un poco harta
de tanta pija
a mi alrededor.

Harta
de por alguna razón desconocida
no estar
construyéndome
como si fuera, que es, mi trabajo.

Me pregunto
¿por qué
extraño?
¿por qué extraño
hombres?
¿por qué no hablo
con mis amigas?
Me siento
hostigada
invadida
quizás
demasiado disponible
para hombres.

Que los amo, sí
me encantan
sus cualidades
culturales
masculinas pero
estoy un poco
harta.

Un poco harta
de por alguna razón desconocida
no sentir del todo conexión
con ellos
no sentir del todo empatía,
preocupación, interés,
etcétera
cosas que me permitan
ser sincera y
espontánea.

Este  no es un poema
para echar culpas
o para que se den cuenta
que me deben perdones
ni nada de eso. Sólo
me doy cuenta
que mi vida
se teje de relaciones
con hombres
y que me suelo sentir
incomprendida
la mayoría del tiempo
hasta que charlo
con una mujer.

No sé por qué será
pero
por alguna razón desconocida
quiero más mujeres
en mi vida, en mis charlas,
en mis silencios.
Amo las amistades
hombre-mujer pero
estoy un poco harta
porque ellos
no entienden mucho
del otro lado
de sí mismos.

Ellos
no están heridos
de hace siglos.
Ellos
no nos tienen
miedo
en la calle.
Ellos
no nos necesitan
espiritualmente.

Nosotras
tampoco los necesitamos,
pero al menos yo
mi sangre
cree, hace siglos,
que sí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario