miércoles, 20 de junio de 2018

1 minuto online

"Sos como u amigo ahora
al que no puedo ver si no estoy libre
porque aunque nos gustaba, ya no pinta acompañarnos
tanto en algunas cuestiones de la vida.
Estamos en otra, se podría decir.
Y eso me da tristeza porque siento que no te importa el cambio
mejor dicho, que no es grave para vos, o fuerte, o nada.
De hecho te viene bien. Y a mí también quizás
pero yo te suelo extrañar.
Te apago mi celu, mi modo online. Tu delay me saca.
Ojalá te cueste encontrarme porque me tenés muy fácil.
Muy a tus pies, y no, basta. Dame la bola que te pido, porfi."

Está bien, yo también soy una pelotuda. Pero estás en otra, hermano
y encima no nos estamos pudiendo ver, y la vida pasa, y a mi me agarra como 
un remolino que me chupa la sangre y no sé si me gusta o no
te quiero contar, te cuento brevemente y vos "kuchu, relax"
de qué me sirveeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
de qué me sirve que me digas que me relaje si ni siquiera entendés mi frustración
yo intento relajarme, obvio, es lo que siempre intento
no me digas que haga lo que estoy intentando
te hablo para lograrlo, de hecho
pero mis procesos son más profundos que simplemente escuchar tu estúpido y vacío consejo
que lo decís tan superficialmente
cuando te pido profundidad, qué sentido tiene
escucharte si te hablé para hablar y que me hables más
no que me resumas en la frase más pedorra
lo que ya sé que tengo que hacer. 

Te hablé para que me hables y hablarte más.
Si es algo tan simple y fácil no te hablo, te hablo
porque me sirve tu pensamiento complejo
porque el mío también lo es y me enriedo
1 minuto de atención dame y vas a ver cómo me sirve
pero estás en otra, hermano.
Hasta dudo que me quieras.

No obstante luego hablamos
como siempre, hablamos
como siempre, soy yo
la de los problemitas
la de las malas asociaciones
neuronales y
emocionales. Soy yo
la que se retuerce en ideas
que no le hacen bien
que no tienen fundamento más que
en una mala experiencia
que me cuesta tanto sonsacar.

No soy yo más que la más
tonta
del monte de los traumas
y de los cascotes de problemas
tengo todos los que riman con amor
tengo todos los que dañan al corazón
y te agradezco que me los hagas notar
y aún así me quieras, por Dios,
¿cómo hacés?

No hay comentarios:

Publicar un comentario