viernes, 3 de junio de 2016

Ele

Mi lívido libido
por el lóbulo de mi úvula 
lo vulgar de divulgarme 
cual lobita de levita
Un solsticio de verano
cromado en verde, verte
no es tenerte, tenedor
con cuchillo corta y come
core, coje
corrige
en fín
o carcome. Vuelca
su vaso en el inodoro
no inodoro
no blanco, no pulido
insano
como su upite
insano
como su frente.
Urge
cometer asesinato 
de grado 8, acuchillando
cada extremidad con cada articulación,
cabe destacar el frío violento de 
las manos violetas, cabe
destacar el guiso que se había comido
en la noche eterna.

Un faso de viento
lo fuma por dentro y
lo destruye en cenizas que
fluyen corriendo
gritando
en silencio
con fuerza
impotente
que nadie
escucha.

La taza del té
se terminó
el té sigue ahí
flotando.
No tocarlo
mejor, así no
se vierte por las
cañerías de la ciudad
la ciudad de las cosas
de la física aplicada
negligentemente.
Porque
el sabor era rico
y de tan rico no hay que gastarlo,
así queda
para cuando nunca quiera
para no gastarlo,
así lo pruebo
cuando nunca deseo
para no acabarlo,
así se vence.
Cuando no lo recuerdo,
para no matarlo.

Un dolor ciático me ciega la coxis
y al caminar secante se siente el cansancio
una nube dolorosa cede a mi hueso tímido
causando una agonía océano,
lo siento real
lo sea o no.

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