martes, 13 de octubre de 2015

12:12 Sosentir


No quise, perdón
todo fue tan raro.
Tan repentino, tan exacto
tan perfectamente deplorable
tan inútilmente soportable, tan
cansador e inefable. Todo
me causó unas náuseas de gusto dulce
quise regurgitar pero tragué y me gustó
Me aguanté, perdón.

Ahora estoy fría,
congelada como salida del
témpano más recóndito
del polo sur blanco
como una hoja nueva.

Desciendo por el interminable recorrido
hacia un negro punto mientras todo es
luminosidad, sí, mi mundo está totalmente
revertido.
¿Será que soy yo la que
no entiende nada?
Quizás estoy más torcida que la mierda y
no puede nadie conmigo. Sólo yo.
Sólo mi egoísmo puede quererme, sólo
mi yo misma, sólo yo soy yo y me
"amo"
y me cuido. Quizás demasiado, quizás poco
quizás no sé, quizás hago mal las cosas
quizás las hago bien
(no me importa igual
porque no creo en eso)
Aguante creer y
ser indolente a muchas cosas.
(Perdón, habla el
hielo que llevo dentro
fluyendo por mi sangre y acumulándose en
mis pies)
Por esto tomo tanto
tanto té.


¿Nunca viste cuando
las nubes se sonrojan
del piropo del amanecer, y tu alma
se regocija de un pequeño
muy pequeño placer?
Viste cuando
sentís a tu cama y te recostás
para sentirla mejor, y encontrás
un cuerpo cálido que se sosiente en el ensueño
suspira y respira
como vos, pero no es vos.
Es otro y, viste cuando
amasas el escroto
de quien no te produce ni cálculos
y todo se excreta como
el vapor, bueno así
fugóse mi amor
como un potro
que se escapa del terror.

Corrió, corrió
todos los kilómetros del miedo,
corrió y no sollozó hasta que
paró.
No se mató, porque no pudo.
Porque no puede morir.
Porque estar quieto es como morir.
Ya
es como fallecer y desmayarse
del cuerpo, es como sostenerse del eco
de la materia. De la materia que acaba
de desintegrarse.
¿Y qué me hizo creer a mí
que podía vanagloriarme de mi cuerpo y de
mi sentir? Quién me dijo a mí que
podía ponerle fin
a la vida de lo vivo y
a la vida de lo sutil.
Digo sutil porque no creo en la muerte
como algo mortal y letal, no creo en lo inútil
de la "existencia vana", no creo en que pueda
negar la belleza
que me mostraste.
(Ya volviste a mi mente)


No voy a seguir mirándote

No voy a seguir
pidiéndote
tu imagen, no voy 
a seguir
haciéndote efectos
adentro. No quiero seguir
manipulándote las
emociones con truquitos del
"amor"
Ni con nada que te cause dolor.

Se me
resbala
un poco la sonrisa
de lo triste que siento acá adentro
en esta casa de mi pecho
tengo goteras y
lloro 
en lo interno.
íntimamente te cuento
que me causaste
cositas
pero no quiero seguir
no quiero seguir no quiero seguir no quiero seguir
con esto
no quiero seguir

¿miento?

Se me
resbala
la caricia que quisiera
apoyarte por la piel, la impertinencia del
querer, la
intransigencia del cariño, como un
niño te miré y como mujer
me gustaste, pues
qué se yo.

Se me
resbala
la verdad por estos labios
mentirosos, por esa boca pútrida que
ilusiona un toque,
qué percance.


Sola de nuevo
como el alma que me habita en este
montón de carne y huesos, 
otra vez con este karma
de soledad angustiosa.
Y la angustiada soy yo o es
ella?
(¿Ella quién?)
(¿La soledad?)
(¿Yo?)
El individualismo que alguna vez rechacé me persigue
me vuelve eufórica pero con sigilo
no logra que se me acerque
ni un vestido. No puedo llenar
este vacío
no puedo concretar por ningún partido no hay rayones ni
martirios que
me hieran más que las mentiras
que me hago. O las verdades, no sé
nadie puede definirlo. Sólo yo,
Sola yo.
En eso concluye todo

¿y qué carajo es el amor?



No hay comentarios:

Publicar un comentario