viernes, 27 de noviembre de 2015

Demoníaco

Cuando morí vi que una luz
negra me acumulaba el ser de deseos malignos
y como mil demonios se me acercaron al unísono,
como un grito que aturde al oído,
escuché que me decían blasfemias
y me insultaban como a la peor,
pero no terminé de comprender
si esos demonios eran ellos o eran yo.

Cuando me levanté esta mañana el cielo estaba blanco,
la noche había sido de tormenta, la luna, llena,
y el agua no había entrado porque.. quién sabe
hoy no quiso tocarme.
No sé si era fuego, tierra, aire o qué
lo que por dentro me ardía. Creo
que era vacío.
El vacío me arde, dentro mío,
con un sigilo
difícil de describir pues, cada vacío es distinto.
Y la cabeza me dolió todo el santo día
aún siento las balas en el cráneo,
y por el pecho un cosquilleo tenebroso me
ayuda a llorar. No paro de llorar.
No paro de ser severa y volverme a pegar.
Un, dos, tres cachetazos
mentales, por supuesto
así se sufren más.

Quisiera ser honesta y en una canción
poder contarte todo esto que siento,
este odio,esta envidia, esta maldad y malicia
que me carcomen el ser pero me hacen brotar
como si me hiciera bien también...
Dicen que el ser humano
es perverso por naturaleza
y que la cultura es sólo justificación,
la antropófaga manía de
consumir conocimiento de cada
neurona de cada superior, sí,
porque también hay jerarquías.

A veces creo que todo es una mierda pero se me pasa,
anhelo ser basureada y que me tiren caca, por la cara,
de la más rasa para sentirla suavecita y no sentirme tan asquerosa,
porque es cierto que me miento a mí misma.
Así que, oigo las alarmas y las revoleo por el techo
con una furia que nadie puede contener, me encargué de ello,
me encargué de ser feroz e insostenible,
insufrible como morir incendiado
y totalmente asfixiado.


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