viernes, 27 de noviembre de 2015

Devasteishon

La gente es tan hermosa
que me causa ardor en los ojos
y ahora los tengo llorosos
pues lloré de la emoción.
Cargo con un éxtasis
aquí centrado en la panza, 
algo se me clava y no me alcanza
una ombligo para mirar.

Una vez dijiste que querías
tener todo lo deseable para el amor
eso murió y caíste en la cuenta tarde.
¿Viste lo mucho que arde?

A Marte
me fui para conocerte a fondo pero
me olvidé del viaje,
me olvidé de la traslación
que hace la tierra y creo que
me desvié.
También un día
solté risas para alegrar pero
sólo me alegraban a mí.

El dolor que se me esfumó por un momento
fue tan crudo que sufrí al morderlo
y no grité porque soy de pocas palabras
(de pocos sonidos
cada vez que puedo),
y esas caricias que mamá me dio
Dios, si me habrán llegado
al alma.

Mi taza tiene escrito "love"
y la manzanilla dicen que es antidepresiva,
antiestrés,
mi papá murió y su recuerdo sigue vivo
esa contradicción me confunde,
y me hace gritar por dentro.

Cuando lloro gimo de una manera
sumamente rara y tenebrosa, la cara
se me deforma como si mil piñas
me golpearan al mismo tiempo y
como si mil balazos
me dispararan el cerebro, siento
que mordí el anzuelo de mi propia pesca
soy pescada y me como
me digiero
caníbal de mí.


Estaba tan
devastada
que las murallas la pisaron porque
no supo abrir el tercer ojo.
Maldito tarot
que le avisó,
maldita sordera que no la dejó
oírse.
Sin embargo cuando llora bien se escucha por dentro
(por si no sabían el sonido retumba en nuestra caja torácica,
como en las guitarras o los violines)
llora como violín
un alarido sin fin.

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